La Real no gana en el Reale Arena desde el pasado mes de noviembre ante el Sevilla, algo que tiene en cuenta el técnico. «Tanto los jugadores como yo tenemos unas ganas tremendas de ganar de una santa vez en casa, pero mañana no me importaría jugar mal y ganar para que el aficionado se vaya contento a casa», confesó.
Sobre el rival de este viernes, el Villarreal, el entrenador de la Real recalcó que «el potencial que tiene es muy grande». «Es verdad que en los dos últimos años no están dando el rendimiento de años anteriores, pero no hay duda de la gran plantilla que es y del gran entrenador que es Marcelino».
Un conjunto groguet en el que se encuentra Alexander Sorloth, ex txuri urdin, y a quien Alguacil le deseó lo mejor, pero a partir del partido del viernes: «Le doy las gracias por todo lo que nos dio en el tiempo que estuvo con nosotros, pero ojalá que mañana no tenga su día».
En el repaso a la enfermería, Alguacil puso el foco en Mikel Oyarzabal, quien verá de nuevo el partido desde la grada, aunque parece que evoluciona favorablemente: «En la primera resonancia que se le hizo, no hubo una sola lesión, sino dos seguramente, aunque por la inflamación, él era incapaz de sentir el dolor del bíceps, y es cuando probó en París, cuando aparecieron realmente esos dolores».
El técnico afirmó que el capitán se ha hecho una nueva resonancia y que ahí se ha visto de manera clara una lesión en el bíceps, aunque «es pequeña». El jugador ha empezado a correr y mañana intentará tocar balón, aunque Alguacil optó por ser precavido, ya que «ni los servicios médicos ni Mikel saben cuando va a volver».
Sheraldo Becker y Kieran Tierney son las dos novedades en la lista para recibir al Villarreal, aunque «están justitos» según Alguacil, «ya que llevan tiempo sin entrenar de manera exigente». «Si entran es porque pueden aportar, no para 90 minutos, pero creo que pueden servirnos de ayuda en algunos tramos del partido», añadió el técnico txuri urdin.
