Salió tranquilo, concentrado, Hugo González. Los ojos de todo un país, en plena madrugada en España (3.59h) pendientes del buque insignia de la natación masculina española.

Al contrario que en semifinales, Hugo no quería llegar tan retrasado en el primer 50 si no quería quedarse fuera de carrera antes de tiempo. Lo cumplió, pero del 50 al 75 la carrera se estiró con un chicle con un Rylov coqueteando con el récord mundial y aquello era un imposible pensando en medallas.

Hugo apretó los dientes, aumentó la frecuencia de brazada y tiro pies como si no hubiera un mañana en la calle 1 al lado del que iba a convertirse en campeón olímpico, Evgeny Rylov. Tocó sexto el 'hispano' con mejor marca personal (52.78) y demostró una cosa, este joven nos va a hacer madrugar de nuevo en los 200 estilos, donde defiende título continental.