La llegada de la propiedad americana había sido valorada de manera muy positiva. Todo era para bienes. Maheta Molango se había convertido, sin haber hecho nada y gracias a su Don de gente, en el “Dios” del fútbol y en el mejor gestor para dirigir cualquier empresa. Pero al final y con el paso del tiempo todo ha sido un “Bluff”. No ha sabido gestionar el club.
Cuando la situación se ha complicado no se ha sabido reaccionar a tiempo y decidir correctamente. Recordemos que el Mallorca se salvó la pasada temporada en el último minuto, porque también se equivocaron en sus planteamientos. No se ha sabido rectificar y por tal motivo hemos llegado al lugar donde nos encontramos.
Los americanos han permitido que el club descienda a la segunda división B del fútbol español, han tirado por tierra 36 años de historia y de éxitos. Han pasado como se suele decir en estos casos de todo. No han tenido la delicadeza de venir en momentos difíciles para dar la cara y a su vez dar explicaciones oportunas. Se ha jugado con la ilusión de miles de personas. No basta decir que su proyecto es a largo plazo, cuando se pierde la categoría.
La afición necesita aclaraciones y ya no las puede dar Molango, quien ha perdido todo el crédito ante los aficionados. El Club necesita empezar de cero, cambiar todo el departamento técnico por sus fracasos constantes, buscar un CEO que sepa de fútbol y dirigir un nuevo proyecto para retornar en el menor tiempo posible a la categoría de plata.
Hay que refundar un nuevo Mallorca para que la ilusión regrese y el club vuelva a ser alguien en el panorama futbolístico nacional e internacional.
Rectificar es de sabios.