"Realmente la Segunda B es muy dura, y los últimos años se ha hecho más fuerte. Hay mucha competencia, con un grupo súper difícil. No sólo el dinero te hace subir. Hay que estar muy fuertes en casa e intentar sacar puntos de visitantes. Ayer nos pudimos llevar el empate, ahora el margen de error es menor y hay que intentar mejorar fuera de casa porque iremos a jugar a campos grandes y ante rivales fuertes. Hay que mejorar mucho y adaptarse.
Jugamos contra los equipos fuertes, quedan 13 partidos y hay que puntuar en todos los partidos. El Llagostera no será nada fácil porque era un proyecto para ascender.
Nos sentimos cómodos jugando en casa. El problema es cuando jugamos de visitante porque las dimensiones de los terrenos de juego son superiores, el tema de la presión es diferente y el bote de la pelota es distinto. Allí donde entrenas es donde te encuentras cómodo.
Donde te sientes futbolista es jugar en campos de césped natural y con estadios grandes, como el del Sabadell.
El entrenador se ha adaptado bien a la categoría, estamos con él y la plantilla está muy contenta. De cada míster coges lo mejor".
