Con 36 años Fernando Navarro pone fin a una carrera en la que ha jugado más de 500 partidos, y además del logro del título en Viena con la Roja de Luis Aragonés consiguió dos Europa League (2014 y 2015) y una Copa del Rey (2010) con el Sevilla; y la Liga 2004-05 con el Barcelona.El ya exfutbolista, nacido el 25 de junio de 1982 en Barcelona, anuncia en una carta pública que después de diecisiete campañas en LaLiga "llega el momento de colgar las botas"."El camino no ha sido fácil, pero sí muy enriquecedor. Ha sido una vida llena de esfuerzos y sacrificio, pero la recompensa ha resultado enorme: alcanzar el sueño de un niño que quería ser futbolista", indica el lateral izquierdo.
Navarro expresó su agradecimiento a las personas que desde pequeño confiaron en él, a los que le dieron la oportunidad "para demostrar que era capaz" y a las que le apoyaron en estos años, a sus padres, agentes, médicos, todos los equipos que pensaron en él desde el barrio, compañeros, técnicos, utilleros, empleados y directivos.Hizo un breve repaso por los clubes por los que pasó, empezando por el Barcelona, en el que tuvo el "privilegio" de formarse durante doce años como futbolista y persona y cumplió el sueño de todo canterano, jugar con el primer equipo.Recuerda su paso por el Albacete, "breve pero importante" en su carrera, que le dio la oportunidad de volver a Primera después de recuperarse durante diez meses de una lesión de rodilla; por el Mallorca por confiar en él y darle "la estabilidad necesaria para demostrar muchas cosas", lo que le permitió ser internacional absoluto y formar parte de la selección campeona europea en 2008.
También expresa que en el Deportivo de La Coruña siguió disfrutando de su profesión durante tres temporadas y de "una ciudad con gente maravillosa". "En Riazor debuté como profesional y allí he podido vivir mi última experiencia vestido de corto", apunta.También dio las gracias a los clubes que se han interesado por él este verano, pero que consideró que era el momento de la retirada "e iniciar una nueva aventura, siempre ligado al mundo del fútbol". Concluyó con un agradecimiento a su mujer, Ana, y sus tres hijos, que fueron su "motivación para no parar" y que después de más de 550 partidos y títulos ganados, "sin lugar a dudas", se queda "con el cariño y respeto" que recibió por donde pasó.