Fue un espejismo. Alemania defiende duro, por momentos de manera bronca, y no permitiría que los de Ibon Navarro respiraran sobre el parqué de Creta.
En un primer cuarto lleno de faltas, interrupciones y tiempos muertos, los libres se convirtieron en la principal arma ofensiva de ambos equipos. Pese al buen comienzo español, los germanos se ponían por delante (14-13) por primera vez pasado el ecuador del primer periodo. Con Yusta con problemas de faltas, España no encontraba una vía fácil para anotar.
Y en esas aparecieron los Vilas. Siempre hay un interior que, cuando se le necesita, aparece en los partidos de esta U20. Si no es Martí, es Sorolla. Si no, Barreiro. Hoy le tocó primero a Ramón. Él inició un parcial que abrieron diferencias antes del descanso. Eric y Yusta apuntalarían la ventaja antes del descanso, éste último con un 2+1 de categoría.
A la vuelta del descanso llegó la reacción alemana, liderada por Jallow. Un tiempo muerto de Ibon Navarro giró el partido de manera definitiva. Martí rompió el parcial de 8-0 germano y los triples de Díaz-Aróstegui y García devolvían la calma al banquillo español. Con la diferencia estabilizada en los 10 puntos, apareció la tensión. Faltas, decisiones arbitrales dudosas y juego bronco. Ocurría de todo, bueno y malo, pero nada parecía cambiar el destino del encuentro.
Barreiro dejó su marca en el último cuarto y una falta en ataque de Beyschlag sentenciaron el encuentro. El sábado, la U20 buscará la tercera final del verano para las distintas selecciones españolas. Las cosas funcionan y nosotros las disfrutamos. Seguimos.
