España no erró ninguno de los cuatro penaltis que lanzó, una efectividad máxima que le permitió romper una sequía de nueve años y lograr su tercera corona continental sub'17, la novena si se incluyen las seis que logró cuando el torneo estaba restringido a los menores de 16 años.
Triunfo que dejó como nombre propio el del delantero del Roda Nacho Díaz, que evitó una derrota a la que España parecía irremediablemente abocada con un remate de cabeza a la salida de un córner, cuando ya se cumplían los seis minutos de tiempo añadido.
Un gol que premió la fe del conjunto español, que como ya hizo ante Turquía o Crocia en la primera fase del torneo, o ante Francia en los cuartos de final, fue capaz de salvar en este Europeo de Croacia un marcador adverso. Ordenado, al conjunto español le gusta madurar sus partidos.