«Voy encontrando sensaciones, pero no está siendo un Tour fácil para mi. Espero estar mañana un poco mejor y luego me pondré a preparar la Vuelta. Vacaciones voy a tener pocas, pero hay que levantar un poco el pie y enseguida a la concentración en altura. Esto es un no parar», señaló.
Respecto a sus expectativas en la Vuelta a España, el ciclista balear se tomó el planteamiento con humor. «Si no peleo por la general en la Vuelta, Eusebio (Unzue) me va a poner una cruz. Me pagan por hacer la general. El año pasado no pude por la caída y no recuperé en la Vuelta, fui sexto, que no era lo que esperaba». Mas analiza su estado de forma y no termina de encontrar una explicación: «Hay momentos duros, antes de ir a dormir piensas, ¿qué pasa, que no pasa?. Hay veces que el deporte te sonríe y hay 50.000 días malos para uno bueno. Muscularmente no he sido yo, no sabemos qué pasó en las primeras, pero poco a poco las sensaciones van viniendo, a ver qué pasa».