Los de Pacheta ataron en corto a Stuani, y apenas tuvo nada de Borja García o Samu Saiz el cuadro visitante. El equipo ilicitano estuvo serio y solidario en su esfuerzo, pero tampoco logró generar excesivo peligro, aunque a los puntos fue mejor. A la imaginación o el uno contra uno no ayudó el mal estado del césped.
Pasaron muchos minutos hasta el primer acercamiento a las áreas. El Elche comenzó mejor, jugando más en campo rival, apretando al rival y atento al fallo. Fue a balón parado como asomó con peligro el equipo local, con dos saques de esquina seguidos, uno con intención de gol olímpico y otro con barullo en área pequeña.
El mencionado tridente visitante no olía el balón, menos el mejor ariete de Segunda, un Stuani vigilado hasta en su camino a vestuarios. En el otro área, Nino también vivía en una isla sin compañía aunque llegó a rematar de cabeza un centro de Juan Cruz. El Girona también se tuvo que conformar con el balón parado, con más tensión que peligro en un área con 21 jugadores.
Terminó algo mejor el cuadro catalán el primer acto, posesión para encontrar a Borja y Jairo por banda, y la reanudación también fue de los de Francisco. Stuani pidió penalti e Ignasi Miquel despejó en vez de rematar dos buenos centros. El arreón visitante lo terminó Samu Saiz con un disparo desviado por poco.
Con media hora por delante, el Elche se quedó el final, con un par de llegadas por la banda derecha, para terminar ambos equipos protegiendo un resultado que no garantiza nada, pero que deja intactas las opciones de ambos por subir a Primera. El domingo 23 de agosto terminará LaLiga SmartBank en Montilivi.