Dicen que nunca se rinde. Y así es. A pesar de la difícil misión de darle la vuelta a la eliminatoria en el fortín del Allianz, el Sevilla ha dado la cara durante todo el envite disputado en tierras germanas. Los andaluces no se han dado por vencidos e incluso han podido instaurar el pánico al heptacampeón europeo con un remate de Correa (luego expulsado) que fue repelido por el larguero. Quién sabe si entonces, en el caso de que el cuero hubiera besado las mallas, los andaluces hubieran firmado otra gesta continental como las firmadas en Donestz, Mestalla o el Villamarín, sin olvidar la UEFA Cup y la Europa League alzadas tras superar en los penalties a RCD Espanyol y SL Benfica, respectivamente. Para el consuelo (y orgullos) sevillista quedará siempre el recuerdo de estar entre los ocho mejores de Europa... sesenta años después.