El partido fue un desastre durante la primera mitad. Ninguno de los dos equipos crearon un sola oportunidad de gol.
Ya en el primer minuto de la segunda mitad, un error del Real Mallorca en un saque de esquina, fue aprovechado por Owona que adelantaba al equipo local. Ansotegi se dejó ganar la posición por el central rival y Santamaría fue poco contundente al padecer un bloqueo.
El Real Mallorca reaccionó por la banda de Salomao. El portugúes colocó dos balones de gol que Lago Junior y Lekic no aprovecharon. Una situación que se repite tras partido.
Los últimos minutos fueron un querer y no poder de un equipo que se va directo a Segunda B. Parece que nadie de los que mandan quiere darse cuenta.
La reacción ya no puede esperar y el sábado ante el Nástic sólo valen los tres puntos.