El Mallorca ya ha suspendido en todo. En planificación (deportiva y económica), organización, en rendimiento, en actitud (oficinas y césped), en su forma de hacer las cosas, en todo, vamos. Pero ahora, al menos desde la llegada de Olaizola, la actitud de los futbolistas, que es la que nos importa, ha cambiado. Se ve otra cosa, otro aire. Y es lo único que puede cambiar el rumbo de este Mallorca ya suspendido. Porque ni siquiera en el mercado de invierno ha sido capaz de sacar algo útil. Aún a sabiendas que los saldos en el mercado de invierno son puro azar y pueden salir mal, peor es no intentar traer algo que sabes que necesitas. Olaizola, con estos chicos y hasta el final tendrá que presentarse en el aula de algún profesor que se deje regalar los oídos y aspirar al 5. Veremos.