El Bayern y el City disputarán la eliminatoria estrella de la antepenúltima ronda y el ganador se las verá en las semifinales con los blancos o los 'blues' por un puesto en la final de Estambul, donde también aspiran a estar los equipos que salgan airosos de los duelos Milan-Nápoles y Benfica-Inter.
El partido de ida se disputará en el Santiago Bernabéu el 11/12 de abril y el de vuelta en Stamford Bridge el 18/19 de dicho mes. Será una reedición de la eliminatoria que el Real Madrid y el Chelsea disputaron la temporada pasada, aunque en aquella ocasión el orden de los partidos fue inverso con la ida en Londres y el encuentro de vuelta en Madrid.
El Chelsea se pegó un tiro en el pie al despedir a Thomas Tuchel nada más arrancar la temporada. Los diferentes puntos de vista entre el alemán y la nueva dirección del equipo llevó al Chelsea a precipitarse y a despedir a Tuchel, cercenando su proyecto y dejándolo en manos de un Graham Potter que no ha tenido tiempo ni pretemporada para imponer su idea. Al técnico inglés le cayó un equipo con problemas estructurales, sobre todo en la delantera tras el fracaso de Timo Werner y sobre todo de Romelu Lukaku y ha necesitado más de cinco meses y más de 330 millones para empezar a enderezarlo.
Porque por extraño que suene, el Chelsea de los últimos tres encuentros es el mejor Chelsea de la temporada. Porque ha enganchado tres victorias seguidas, ante Leeds United, Borussia Dortmund y Leicester City, porque fue capaz de remontar la eliminatoria ante los alemanes y porque jugadores como Kai Havertz, Marc Cucurella, Joao Félix, Enzo Fernández y Kalidou Koulibaly están funcionando.
Potter ha encontrado refugio en el 3-4-3, con Havertz (8 goles esta temporada) como falso nueve, y secundado en bandas con múltiples opciones como Raheem Sterling (ahora lesionado), Mykhailo Mudryk, Christian Pulisic, Conor Gallagher, Joao Félix, Mason Mount y Hakim Ziyech.