Rudy Fernández, que llevó en volandas a su equipo y fue designado mejor jugador del "playoff" final, se convirtió una de las claves de un encuentro en el que los blancos se mantuvieron por delante durante tres cuartos del mismo.
Los azulgranas intentaron recortar distancias desde el triple, pero el plantel de Pablo Laso, que cerró la eliminatoria con un global de 3-1, estuvo más sólido en los minutos clave del choque.
Los dos equipos comenzaron con una defensa exigente sobre su rival que provocó varios errores en las dos escuadras y donde el caboverdiano Walter Tavares comenzó a instalar sus dominios en una zona a la que no se acercaban los azulgranas.
Mientras Jaycee Carroll sumaba para los blancos al tiempo que recibía el castigo del letón Janis Timma bajo el tablero, Pedro Martínez optaba por mover el banquillo y jugar con Johannes Voigtmann en el puesto de cinco para intentar sacar de la zona a la "muralla" madridista, aunque Pablo Laso, como ya hiciera en el tercer duelo, apostó situar al Tavares con Tornike Shengelia.
Así el intercambio de canastas acabó por favorecer al Baskonia después de dos triples consecutivos de Matt Janning que colocaron a los locales con un 21-14 en el minuto 8 de un duelo en el que se jugó con velocidad y con mucho ritmo.
El Real Madrid reaccionó ante la primera ventaja clara de los vascos y consiguió acortar la diferencia hasta el 21-18 tras los primeros diez minutos.
El plantel madridista aumentó el parcial en el comienzo del segundo acto y con un 2-15 consiguió abrir un hueco de seis puntos, 23-29, y aunque el Baskonia logró mantenerse cerca, no encontró el antídoto para detener el buen momento de Rudy Fernández, autor de 17 puntos en este periodo.
Dos triples del uruguayo Jayson Granger, que trabajó muy bien en la defensa sobre el esloveno Luka Doncic, y de Matt Janning respondieron al acierto del alero mallorquín que mantuvo por delante durante todo el segundo asalto al equipo blanco, que se fue al vestuario con un 38-42 a favor.
El nivel de agresividad subió tras el paso por vestuarios y tras varios encontronazos, Felipe Reyes y Walter Tavares tuvieron que sentarse en el banquillo con tres faltas cada uno, aunque el Real Madrid tuvo mejores sensaciones y se mantuvo por delante, 45-52 (min. 24).
El envite perdió brillantez, pero el Madrid castigó los errores de los baskonistas que se obcecaron con el lanzamiento exterior y no tuvieron la frescura necesaria para circular el balón, lo que llevó al equipo de Pablo Laso a obtener una ventaja de 8 puntos, 57-65, con diez minutos por delante para levantar el título.
Pedro Martínez buscó mayor fluidez en su equipo con la combinación de Luca Vildoza y Marcelinho Huertas, mientras el Madrid lograba una distancia de diez puntos que controlaba con el paso de los minutos.
El Baskonia, con el depósito de gasolina muy justo, no encontró su juego y comenzó a sumar desde el tiro libre para recortar los once puntos de distancia conseguidos por los madridistas (71-75, min. 35).
El Real Madrid mantuvo la serenidad y estuvo acertado desde la línea del 4,60 para seguir por delante hasta que un triple imperial de Luka Doncic a una pierna en la última décima del segundo de posesión tras una gran defensa baskonista acabó con las ilusiones locales.
Los vitorianos arriesgaron en su defensa y los blancos consiguieron superar los escollos para hacerse con el partido por 85-96 y el título de la Liga Endesa.