El equipo De Vicente Moreno tenía un marcador totalmente amplio como para intentar mantener o extenderlo. Un 0-2 debería dar margen para poder jugar, controlar los tiempos y sacar los tres puntos. A no ser qué pase lo que sucedió ante el Tenerife. Ceder terreno, dejar de presionar y perder el control del centro del campo. Por todo esto y por no hacer los cambios en su momento, el Mallorca se marchó de la isla tinerfeña sin los tres puntos.
Para mí es incomprensible que se mantenga a Estupiñan buena parte del partido con una tarjeta amarilla cuando todos los allí presentes, menos los del banquillo, veían que iban a por él. La situación era evidente, el lateral izquierdo cayó en la trampa le mostrarón la segunda y a la calle.
El Tenerife tiene un equipo muy mediocre pero puso lo que se tiene que poner, garra y más garra. Mientras que el Mallorca con un resultado favorable y con mejor equipo en todos los aspectos no puso casi nada.
Eso sí. El punto será bueno si se ganan los dos de casa que vienen ahora ante el Oviedo y el Elche y Oviedo. Vamos a seguir siendo optimistas, porque una vida sin optimismo. No es vida.
