Tras volver el domingo de Lugo, el equipo balear ha aprovechado para llevar a cabo entrenamientos y pulir detalles que hicieron que la balanza cayese del lado lucense en el primer partido y que deberán corregirse de cara al encuentro de mañana a las 20.30 en Son Moix.
Los mallorquines saben que la empresa es tremendamente dura y exigente, pero también han demostrado a lo largo de esta campaña que son capaces de poder ganar a cualquier equipo. El grupo quiere prolongar una temporada de ensueño en la que se han superado con creces las expectativas iniciales.
Además, los de Pau Tomàs y Álex Pérez contarán con el apoyo de hasta 1000 aficionados en las gradas de un Palau d´Esports de Son Moix que registrará la mejor entrada, dentro de las posibilidades actuales debido a la pandemia, de la temporada para vivir un encuentro ante uno de los mejores equipos de la competición. El precedente en casa contra el Río Breogán fue el partido disputado en la primera vuelta de la segunda fase en la que el Palmer Alma Mediterránea Palma estuvo a punto de dar la campanada pero acabó cayendo ante los gallegos por 74-76 pese a dejar una gran imagen.
En lo deportivo, todos los jugadores se encuentran en buenas condiciones físicas y estarán a disposición de los entrenadores mallorquines para recibir a un Río Breogán que sabe del peligro de los palmesanos y que llegará a la isla dispuesto a cerrar la serie a su favor. En el caso de que la victoria caiga del lado palmesano se disputaría un tercer encuentro que se jugará en el Pazo dos Deportes de Lugo el sábado a las 19 horas, la misma hora en la que se jugó el primer encuentro.