En el minuto 5, Diego Fávero inauguró el marcador con un disparo lejano que sorprendió al meta Fede. Tres más tarde, y después de que Paradinsky perdona el segundo de los locales, los murcianos generaron una contra que fue culminada por Marinovic para establecer la igualada.
La intensidad de los mallorquines les permitía seguir gozando de oportunidades ante un ElPozo que no sentía cómodo en la cancha. Diego Quintela tuvo la mejor ocasión para los locales en la culminación de un contrataque pero Fede evitaba el tanto con el pie en el mano a mano. Entonces se llegaba a los dos minutos de oro para los baleares. Claudino firmaba una gran jugada personal para poner un pase de la muerte a Paradynski que enviaba el balón al fondo de la red con el pecho para poner el 2-1 y dos minutos después Diego Quintela recuperaba el esférico en campo de ataque para, con un potente disparo, poner el 3-1 con el que se llegaría al tiempo de descanso.
La segunda mitad arrancaba igual de eléctrica e intensa que la primera mitad y en la recta inicial predominó un juego de ida y vuelta con llegadas para ambos conjuntos. Pero sería otra vez el Palma Futsal quien golpearía primero con una gran recuperación que permitía un contrataque que llevarían a cabo a la perfección Joselito y Paradynski para que el brasileño rematara a puerta vacía un gran pase del andaluz para abrir más brecha en el luminoso (4-1). Por entonces, Son Moix ya era una fiesta.
Los mallorquines se gustaban tras el cuarto y ganaban más protagonismo todavía en el juego. Los murcianos se veían obligados a subir líneas y el gran trabajo defensivo de los de Vadillo les permitía salir al contraataque para crear mucho peligro a la portería de Fede. La diferencia en el marcador se pudo incrementar en los minutos posteriores al gol pero los locales no acababan de rematar las jugadas. Sin embargo, Sarmiento apenas tenía trabajo y el que le llegaba lo resolvía con solvencia. La superioridad palmesana era latente y el técnico visitante, Duda, se aventuraba a poner portero-jugador a once minutos del final del partido porque no le gustaba lo que veía sobre el terreno de juego.
La defensa del Palma se mantenía firme ante el ataque de cinco de ElPozo Murcia y no dejaba ningún agujero en el que perforar el muro a los pupilos de Duda que constantemente se topaban ante los activos jugadores de verde. Los murcianos se hacían con el control total de la posesión mientras los locales aguantaban las embestidas a la espera del error que les permitiera salir al contragolpe. El mayor peligro llegaba en las botas de Pito que obligaba, en dos ocasiones, a Nico Sarmiento a volar para frustrar las ocasiones de gol.