Ella consistía, para que nos entendamos, en señalar que todo lo anterior era malo y lo suyo era lo mejor. Tras el paso de los días la gente de la calle, que es más inteligente de lo que pensamos, se ha ido dando cuenta que todos al final pregonan lo mismo y que son iguales que los que habían criticado anteriormente. Este ejemplo lo podemos trasladar al Real Mallorca. Tras la llegada de los inversores americanos, decidieron poner al frente de su proyecto a una persona desconocida, sin ninguna experiencia. Su discurso pregonaba que iba a cambiar todo lo que se había hecho hasta la fecha. Los jugadores querrían venir a jugar al Mallorca, que no se pagarían comisiones en los fichajes, que crearían nuevas zonas para los deportistas… En definitiva que harían un club grande.
La realidad es que él no sabía que el Mallorca ya había sido, y era un club grande. Huelga el recordar los 16 años en primera. La Copa del Rey, Finales de la Recopa, Jugar Champions…. Cosas que nunca él va a conseguir.
La afición del Mallorca se merece un respeto, se merece saber más en torno al futuro de la entidad y no se merece que se les diga que sienten compasión de ellos, como dijo el jueves en el Puerto de Pollensa el CEO del club.
Nadie va a discutir la gran aportación que han hecho los americanos con su llegada al club. Que lo han salvado de la desaparición gracias a sus aportaciones económicas. Chapeau. Lo único que siente esta afición es que ellos están lejos y que desconocen el día a día del club. Todos en esta vida queremos más, y más. Pues bien, esperamos que lleguen tales aportaciones y hagan un proyecto de futuro y que todos veamos en qué consiste. No es normal que el pasado invierno se fiche a golpe de talonario y ahora se diga que apostamos por la cantera y por la gente joven.
La gestión del club hasta el día de hoy no ha sido buena. Todos esperábamos más. Ahora ha llegado el momento de dejar a un lado el populismo, pensar más en la realidad, salvar la categoría y cambiar la gestión.
Es importante e inteligente saberte rodear de gente buena. Las medianías te harán hundirte en cualquier proyecto y esto por desgracia es lo que le ha pasado a este Real Mallorca. Maheta todavía tiene tiempo de aprender y los mallorquines de tontos nada, pero de inteligentes mucho, y si no miren la historia del Reino de Mallorca.