Con el 2-0 en el marcador, dedicó el último cuarto de hora a esperar que el Valencia, club con el que mantiene unas excelentes relaciones, mantuviera al igualada en El Alcoraz.
El Elche, con el mismo sistema y una alineación casi idéntica a la de la pasada jornada en Cádiz, salió decidido a poner cerco al área del Athletic, aunque la intensidad y el ardor que puso en su juego le llevó a la precipitación ante un rival que, sin presión, se sintió cómodo en el partido.
Unai López y Vesga fueron los primeros en desatar las hostilidades ofensivas con dos disparos lejanos que atrapó sin problemas Gazzaniga. El Elche solo era capaz de generar peligro por la banda de Fidel, pero los centros del extremo no encontraban rematador.
Cuando más atascado parecía el Elche llegó la jugada que abrió de forma inesperada el partido. El equipo ilicitano aprovechó un saque de banda para sorprender a la defensa del Arhletic y para que Pere Milla sirviera el balón a placer a Lucas Boyé, quien no falló en boca de gol ante el debutante Ezkieta.
Tras el gol, el Elche dio un paso atrás y cedió la iniciativa y el balón al Athletic, que tuvo su gran ocasión en un disparo de Berenguer que despejó a saque de esquina Gazzaniga.
El equipo de Marcelino lo siguió intentando, casi siempre con centros y faltas laterales, pero el Elche se mantuvo sólido en defensa y supo proteger su ventaja hasta el descanso.
El Elche arrancó el segundo tiempo replegado y con un ojo en el marcador electrónico, consciente de que su suerte también se estaba jugando en el campo del Huesca.
Con el paso de los minutos, el equipo ilicitano se fue estirando en busca del segundo tanto ante un Athletic que tuvo que recurrir a Williams y a Vencedor para revitalizar su ataque.
Boyé, tras una acción personal, estuvo muy cerca de anotar el segundo antes de que el Elche perdiera por lesión a Gonzalo Verdú. El atacante argentino se echó el equipo a la espalda y le dio la pausa necesaria para que pudiera respirar el defensa.
El Elche encontró por fin la tranquilidad a 18 minutos del final gracias a un extraordinario disparo de Raúl Guti desde fuera del área que se coló cerca de la escuadra de la portería vizcaína.
Tras el segundo gol, el Elche se limitó a contemporizar y dejar morir el partido pendiente ya solo del resultado del Huesca ante un Athletin sin fuerzas ni fútbol para darle algo de emoción al partido.
Los últimos minutos fueron de enorme tensión, con jugadores y aficionados esperando el final en el Alcoraz y la explosión de júbilo solo llegó tras confirmarse el empate del Huesca.