Sus dos primeras temporadas tuvo un papel importante en el potencial ofensivo del Palma Futsal y la mala suerte con las lesiones ha hecho que no haya podido jugar ni un partido en toda la temporada que ha finalizado. En su caso, todavía contaba con un año más de contrato pero se ha cerrado un acuerdo para rescindirlo y que pueda iniciar una nueva experiencia en su dilatada carrera profesional y, sobre todo, que pueda disfrutar de jugar al fútbol sala porque este deporte se lo debe después de este año tan complicado que ha superado.
El club no descansa pensando en el futuro y con la ambición de renovar el proyecto para mejorar el rendimiento la próxima temporada.
Uno de los retos de cada verano es dar un paso más en el crecimiento del proyecto, con el desafío de mejorar los resultados de los años anteriores, por mucho que la dimensión que ha adquirido el club hace que sea muy complicado superar los éxitos deportivos conseguidos. La dirección deportiva, el cuerpo técnico y el club vienen trabajando desde hace tiempo para tomar las mejores decisiones para mejorar el equipo teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales sufridas en los últimos meses.
De hecho, la continuidad del bloque está asegurada ya que el club cerró en los últimos meses las renovaciones de jugadores como Carlos Barrón, Tomaz, Diego Nunes, Joao, Lolo o Hamza.