Sainz, de 25 años e hijo del bicampeón del mundo de rallys, firma por dos años con Ferrari en sustitución del tetracampeón alemán Sebastian Vettel y para ser el compañero del monegasco Charles Leclerc.
El madrileño llegó a la F1 en 2015 de la mano de la escudería Toro Rosso, en la que permaneció hasta mediados de la campaña de 2017, cuando ficho por Renault. Al acabar la 2018 pasó a las filas de McLaren, en la que permanecerá hasta que acabe este año.
Ha disputado un total de 102 grandes premios con un tercer puesto en el de Brasil del año pasado como mejor resultado. Ha sumado hasta la fecha 267 puntos en el campeonato.
Será el tercer español en ser piloto oficial de Ferrari, tras Alfonso Cabeza de Vaca, Marqués de Portago, y Fernando Alonso. También han vestido de rojo, como pilotos de pruebas, Marc Gené y Pedro de la Rosa.
«Estoy muy feliz por tener la oportunidad de correr para Ferrari a partir de 2021 y estoy feliz pensando en mi futuro con este equipo. Todavía tengo un año importante con McLaren Racing y estoy ansioso por volver a correr con este equipo en esta temporada», afirmó Sainz en declaraciones publicadas por Ferrari.
El madrileño formará con Leclerc la pareja de pilotos mas jóvenes en los últimos cincuenta años de Ferrari y, según el gerente de gestión deportiva y director del equipo, Mattia Binotto, es una apuesta «ideal» para regresar a la cumbre de la Fórmula 1.
«Con cinco temporadas de experiencia, Carlos ha demostrado tener talento, habilidad y las características adecuadas para ser el perfil ideal para nuestra familia. Hemos abierto un nuevo ciclo con el objetivo de regresar a la cumbre de la Fórmula 1. Será un largo camino, difícil, especialmente por la situación financiera, que está pasando por rápido cambio y que debe ser enfrentada de forma distinta», aseguró.
«Creemos que una pareja de pilotos con el talento y la personalidad de Charles y Carlos, los más joven en los últimos cincuenta años de la escudería, será la mejor combinación posible para ayudarnos a conseguir nuestros objetivos», concluyó Binotto.