El español dio mucha más batalla de lo que refleja el marcador y se ganó el cariño del público, que estuvo animándole de principio a fin, lo que desesperó a un Medvedev que se llevó la mano a la oreja en señal de duelo tras anotarse el primer parcial.
Con tan solo 18 años, este era el segundo partido de Alcaraz en Wimbledon en su carrera y también el segundo en hierba. Su objetivo era disfrutar y lo hizo en una pista con buena afluencia de público y en la que dejó destellos de su calidad, aunque siempre por detrás de un Medvedev mucho más hecho a estas situaciones, como número dos del mundo.
En poco más de hora y media, el ruso, segundo cabeza de serie del torneo, se metió en tercera ronda de Wimbledon por tercera vez en su carrera. Ese es su tope del torneo.
Alcaraz se marcha del torneo habiendo sumado su primera victoria en hierba, su primer triunfo en Wimbledon y la primera victoria en un partido a cinco sets.