Andy Kohlberg aterrizará esta semana en Palma y vivirá en directo el partido frente al Almería en el Estadio de Son Moix. En mi modesta opinión su presencia es tardía. Ha dado la impresión que los propietarios se han desentendido de la gestión del club o han confiado en la persona equivocada. Luchar por no descender a Segunda B es un fracaso y si no se consigue la permanencia será un desastre de consecuencias difíciles de pronosticar.
La propiedad deberá explicar por qué razón adquirió las acciones, por qué desembolsó 20 millones de euros en la ampliación de capital y por qué ha permitido que el actual gestor del club haya enviado por su desconocimiento al Mallorca al borde del precipicio. Empiezo a pensar que la compra del club fue puramente especulativa y les daba igual tirar 20 millones.
El pasado año nos salvamos en Valladolid de milagro y no se tomó ni una sola medida para revertir la situación. Como dirían los más cinéfilos del lugar, Bienvenido Mr Kohlberg aunque su presencia ahora ya no sirva para nada.
Por otra parte, en el tema deportivo mi deseo como aficionado del Real Mallorca de toda la vida es la permanencia en Segunda. Para ello hay que sumar 10 o 12 puntos. Ello conlleva ganar tres partidos y empatar uno, o ganar los cuatro que restan. Las sensaciones no indican que se pueda conseguir. No veo al equipo con capacidad de reacción y tampoco con la ambición necesaria para ello. No se puede repetir la actitud de Valladolid en los partidos que aún restan, si fuera así las opciones serán mínimas.