Ni en Australia, ni en China, ni en Baréin, ni en el Gran Premio de Rusia encontró el doble campeón del mundo la fiabilidad que necesita para cruzar con su monoplaza la bandera a cuadros. Un nuevo problema en el propulsor Honda le sorprendió este domingo durante la vuelta de formación en el Autódromo de Sochi, viendo truncada la posibilidad de completar su primer Gran Premio en la actual campaña.
«Nada más arrancar la vuelta de formación ya no teníamos la potencia normal. Me dijeron que cambiara algunas cosas en el volante para tratar de recuperar las baterías, pero no hubo manera. El coche se paró por completo antes de entrar en la calle de boxes y esta vez no pude ni tan siquiera empezar la carrera», lamentó Alonso.
Un nuevo incidente en la unidad de potencia, suministrada por Honda, arruinó el Gran Premio de Rusia al piloto español. De este modo, se presentará en la próxima cita, en Barcelona, con un pobre bagaje de 0 puntos. En Melbourne y en Shanghái se retiró también de manera precipitada. En Baréin, el abandono se produjo cuando encaraba, desde la decimocuarta posición, la última vuelta. «Es necesario mejorar», asumió Fernando Alonso.
El dos veces campeón del mundo de Fórmula 1, con Renault en 2005 y 2006, no ocultó su enfado a su paso por zona mixta. Manifestó, incluso, su intención de adelantar su vuelo de regreso después de que un nuevo problema mecánico le impidiera competir. «Si no hay, veré la carrera tranquilamente y me tomaré un helado o algo porque hacer calor», agregó.