La vida sigue igual en el Parlament: llamadas de advertencia, gritos y abucheos varios

Horas después de la falsa 'germanor' provocada por el Día de les Illes Balears, la crispación se mantiene intacta en nuestro Parlament entre los partidos del Govern y los de la oposición.

La crisis, no resuelta, de falta de credibilidad de nuestras instituciones por los casos de abusos sexuales a menores tutelados, regresa una y otra vez, de manera incansable, en cada sesión plenaria. Y lo seguirá haciendo hasta que alguien se haga responsbable.

La consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, ha tenido que volver a escuchar cómo se pedía su dimisión. Una dimisión que no se concreta en nada, pero que sin embargo ya salpica a la presidenta Francina Armengol.

Mientras, a nuestros parlamentarios les da tiempo tanto a crear nuevos términos como el de 'crucerofobia', como a poner en práctica sus clases de escapismo ante las preguntas más incómodas, llegando incluso a recordar al ex president, ahora por Europa, José Ramón Bauzá.

Impasibles al desánimo, una semana más, las cariátides han sostenido el techo de una sala de plenos donde ya han escuchado cosas que nunca hubieran llegado a imaginar.