El plus que resta credibilidad a Cs Baleares
Resulta incomprensible que desde Ciudadanos Baleares saquen pecho por haber conseguido que se rebaje el plus de 22.000 € a altos cargos y asesores del Govern.
Parece que no acaban de entender de qué va la película, a pesar de que el argumento de la pandemia haga ya más de ocho meses que circula entre una población ahogada y agobiada por una economía que cada día pierde más fuelle.
En estos tiempos convulsos en que no son pocos los autónomos que no saben si podrán volver a levantar la persiana; o donde numerosas familias hacen auténticos equilibrios para comer y asegurar la educación de sus hijos, o donde los empresarios soportan sobre sus hombros importantes perdidas con la esperanza de remontar mientras no dejan caer a sus empleados... la clase política sigue discutiendo por un plus que casi dobla el sueldo mínimo interprofesional anual.
JUEGO PELIGROSO
Del proyecto de los presupuestos de la comunidad para el 2021, aquello que está centrando las verdaderas negociaciones entre unos y otros es un plus de residencia a altos cargos. Y Ciudadanos, la formación que presume de vigilar por el bien común y el interés general se ha prestado a jugar este peligroso juego. No tan solo eso, además se han autoerigido en protagonistas cual salvadores de la ciudadanía.
Olvida Patricia Guasp, la nueva coordinadora de la formación, que aquello que verdaderamente importa al ciudadano de a pie, no es si un alto cargo cobrará 22.000 o 12.000 € por un plus de residencia. Una cantidad a todas luces inimaginable para muchos.
Aquello que quieren saber los ciudadanos es si llegarán a final de mes. Si podrán pagar la luz o el alimento de sus hijos, si su patrón podrá abonarles la nómina en caso de que conserven su trabajo, o si recibirán ayudas reales para capear un temporal que se está alargando más de lo de deseado.
TERCER INVIERNO
Visto que en Cs Baleares no acaban de atinar con el argumento de la película les haremos spoiler (de nada): las colas del hambre en els Caputxins, en Tardor, en Zaqueo, en Peque Armario, en Cruz Roja, en la Fundación Escribano... son reales. Y van en aumento.
El tercer invierno se perfila muy crudo para centrar nuestra preocupación en un plus a altos cargos. Y aquellos que nos representan, la clase política, debería entenderlo y atenderlo.
Con semejantes preocupaciones, no es de extrañar que Cs Baleares siga en su senda de desaparición y extinción. Negociar el plus no beneficia a los ciudadanos, tan solo a la clase política.
Un triste ejemplo más de la dicotomía que existe entre los ciudadanos de a pie y aquellos que, mayoritariamente, calientan poltronas. Y esto, Cs Baleares no ha acabado de entenderlo... o sí.