Afectados por el incendio en el edificio okupado de Reyes Católicos: "Hemos pasado mucho miedo, estaba todo lleno de humo"

Treinta y cinco personas han resultado intoxicadas por inhalación de humo a causa de un grave incendio originado en el garaje subterráneo de un edificio ubicado en el número 113 de la calle Reyes Católicos de Palma y que lleva seis años okupado.

El fuego se originó el sábado alrededor de las 10 de la mañana, en un vehículo abandonado en el aparcamiento. Las llamas se extendieron rápidamente a otros vehículos, causando importantes desperfectos.

Asimismo, una gran nube de humo se extendió por todo el bloque, especialmente por la escalera, dejando a los vecinos atrapados en el interior de sus viviendas, sin embargo, algunos de ellos pudieron desplazarse hasta la azotea. En total, 35 personas tuvieron que ser atendidas por inhalación de humo, entre ellas, cuatro bomberos y un policía, además, cuatro han sido hospitalizadas.

Los mismos residentes del edificio, nos relatan cómo vivieron los hechos. “Estábamos en la cama cuando escuchamos gritos de “salid, salid, que hay fuego”, cogimos a nuestros tres hijos y al abrir la puerta todo el humo en la cara, estábamos asfixiados, no podíamos bajar”, explica una de las afectadas, otra de las residentes señala que "hemos pasado mucho miedo con los niños, intentamos bajar pero estaba todo negro a causa del humo, por lo que decidimos ir a la azotea con los niños”, añadiendo que  "estoy embarazada y he tragado muchísimo humo, tanto que me he quedado afónica”.

El edificio en el que residen familias con 13 menores, es propiedad del Sareb y desde hace seis años está okupado. De hecho, solo 4 de los 16 inmuebles tienen inquilinos legales. Por este motivo, las familias aseguran que ellos no tienen nada que ver con la explosión del vehículo. Es más, están convencidos de que ha sido provocado para que desalojen el bloque de pisos. “No vamos a pegar fuego a un vehículo para que arda donde vivimos. Mi casa está destrozada, no tengo ni ropa”, advierte uno de los okupas. También hay quien asegura que "ha sido provocado, aquí hay mucho racismo, han intentado matarnos”. Por su parte, otra residente afirma que “hace meses ya sufrimos un escape de gas”.

Pese al incendio, las familias no se han quedado de brazos cruzados y ya se han puesto manos a la obra tirando todo lo que ha quedado inservible en los inmuebles, además de adecentar las zonas comunes del bloque de pisos, limpiando los restos de humo y dar unas cuantas capas de pintura en las negras paredes. “Toda la finca la estamos arreglando nosotros”, explican las familias, remarcando que "nos han dicho que no van a arreglar nada, por ello, hemos estado limpiando y pintando el edificio”. “Mi casa está para tirarlo todo, no tengo nada, todo va a ir a la basura”, lamenta otro de los vecinos.

Con todo, algunos de los vecinos okupas han explicado que están dispuestos a pagar un alquiler para poder vivir dignamente con sus familias en el inmueble. “Nosotros queremos pagar un alquiler, pero no vienen a negociar. El administrador no quiere saber nada de nosotros”, afirma uno de ellos, añadiendo que "si nosotros nos vamos, vendrá otra persona a okupar la vivienda, para quedarnos en la calle, mejor estamos aquí".

Los afectados por el incendio han querido agradecer la ayuda recibida por parte de algunos vecinos de los edificios contiguos al traerles agua, comida, ropa y productos de primera necesidad para los menores.