Segunda jornada del juicio por el doble crimen de Sa Pobla

Se tambalea la defensa del doble asesino de Sa Pobla. En el juicio, los agentes de la Guardia Civil declaran que el acusado no presentaba síntomas de estar bajo la influencia de las drogas en el momento de ser detenido.

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El juicio contra el hombre acusado de asesinar a su mujer embarazada y a su hijo de siete años en Sa Pobla ha revelado nuevos detalles gracias a las pruebas de ADN y testimonios de la Guardia Civil.

Según los investigadores, el acusado golpeó a Warda, su pareja, con un cincel antes de estrangularla en la cocina de su hogar. Posteriormente, utilizando el mismo método, acabó con la vida de su hijo. En el cuello de ambas víctimas se encontraron rastros de ADN del procesado, además de indicios de lucha como arañazos recientes en el cuerpo del acusado y material genético de la mujer en sus uñas.

El escenario del crimen mostraba señales de forcejeo: cubiertos y comida esparcidos, manchas de sangre y una puerta de cristal rota. La mujer, que estaba embarazada de 20 semanas, intentó defenderse antes de sucumbir. Las fibras de la ropa del niño en los zapatos del acusado apuntan a que fue inmovilizado con los pies.

Los cuerpos, hallados entre 15 y 20 horas después de los hechos, estaban en posiciones que confirman una secuencia de violencia extrema. No se encontraron restos de drogas en el domicilio.

El acusado enfrenta cargos por dos asesinatos y aborto, con una posible condena de prisión permanente revisable. El juicio continúa esta semana con más pruebas testificales y periciales.

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