Unidas Podemos se desangra y los partidos del Pacte no aguantan el arreón 'popular'

Silencios incómodos y caras largas. Las sedes locales de PSIB, MÉS per Mallorca y Unidas Podemos no estaban para fiestas en una dura noche electoral que ha supuesto el cambio de signo político en las instituciones más importantes del archipiélago: desde el Parlament hasta los Consells Insulares, pasando por municipios como Palma.

Así, Francina Armengol, la actual presidenta en funciones y candidata del PSIB a la reelección, reconoció que "es evidente que la izquierda no puede gobernar en estas islas. Así lo han decidido los ciudadanos y ciudadanas, y por tanto, al Partido Socialista nos encargan la tarea de liderar la oposición en el Parlament". Una Armengol, que aprovechó su comparecencia ante los medios para lamentar que, en su opinión, "obviamente hay una ola de la derecha y la extrema derecha en toda España".

A pesar de reconocer que "somos la única fuerza que hemos mantenido los resultados en las tres principales instituciones del país, Cort, el Consell Insular y en el Parlament", Lluís Apesteguia, líder de MÉS per Mallorca, lamentaba que "no hemos conseguido frenar el avance de la derecha y la ultraderecha".

Así, Apesteguia señalaba que "no hemos conseguido los dos propósitos que teníamos: nos habíamos propuesto que siguiera habiendo una mayoría progresista en este país y que las fuerzas soberanistas fueran capaces de liderarlas".

Antònia Jover, la hasta ayer candidata de Unidas Podemos a la presidencia del Govern, reconocía ante los medios que "evidentemente las encuestas no nos daban este resultado. Creíamos que podíamos aguantar bien. No ha sido así, por lo que ahora nos tenemos que sentar tranquilamente y analizar qué es lo que ha pasado".

Una Jover que asumía su responsabilidad en la debacle de la formación morada al señalar que "no he sido capaz de explicar con suficiente claridad nuestras propuestas".