Los constructores del archipiélago denuncian el abandono de la Administración ante el sobrecoste de las obras públicas
Los constructores del archipiélago ya no pueden más. Denuncian que la Administración, en especial los ayuntamientos, no han compensado sus pérdidas a raíz del incremento de costes registrado en los últimos meses. Una situación que amenaza su viabilidad económica y el futuro de la obra pública en nuestra comunidad.
Solo en el último año, más de cien proyectos de obra pública han quedado desiertos en nuestra comunidad. Un hecho que los constructores aseguran que volverá a repetirse si la Administración no adapta el presupuesto de sus obras al incremento del 30% que han experimentado los costes energéticos, las materias primas y los carburantes.
Y es que casi un año después de que el Gobierno aprobara por ley la revisión excepcional de los precios en la obra pública, los constructores denuncian que ninguna de sus 75 solicitudes presentadas ante los ayuntamientos ha sido tenida en cuenta.
"Me parece indignante la actitud que están teniendo los ayuntamientos", ha asegurado Sandra Verger, directora general de la Asociación de Constructores de Baleares, quien añade que los consistorios "dicen que están a favor de las empresas y de los trabajadores, pero no entiendo cómo nos están dando la espalda en este tema".
Un sobrecoste que los constructores ya han cifrado en más de seis millones de euros, desequilibrando la balanza fiscal de muchas empresas y poniendo en riesgo el futuro de la obra pública en nuestra comunidad. "Hay peligro para la viabilidad económica de las empresas", reconoce Verger, quien advierte al mismo tiempo que "las obras seguirán quedando desiertas".
Los constructores advierten, de hecho, el peligro que supone la situación actual de cara a la hipotética llegada de Fondos Europeos destinados a obra pública, responsabilizando en todo momento a la Administración, ya que "si las obras quedan desiertas es porque las empresas no las pueden ejecutar a este precio".
Son tales las pérdidas generadas, según los constructores, que no se descarta incluso que algunas empresas decidan cesar sus trabajos en proyectos que actualmente se encuentran en ejecución, puesto que "las pérdidas que suponen estos proyectos son superiores a la sanción a la que dichas empresas se podrían enfrentar".
Un futuro más que incierto para el sector de la construcción. Un sector, que tras el turístico, es uno de los motores fundamentales de la economía del archipiélago.