Segundo día de huelga de pescadores: indignación y temor por la supervivencia del sector en Baleares

El segundo día de huelga de los pescadores que protestan contra la propuesta de la Comisión Europea de reducir drásticamente los días de pesca ha provocado un vacío en los mercados de Palma. Con más de la mitad de los puestos cerrados y una oferta limitada en los que permanecen abiertos, la crisis se siente en cada rincón de los principales mercados.

La propuesta de la CE busca reducir los días de pesca a solo 27 al año, lo que representa un recorte del 79% respecto al actual calendario. Ante esta medida, los pescadores han paralizado su actividad en señal de protesta, dejando los mercados sin el habitual surtido de pescado fresco local. 

El sentimiento en el sector es de indignación y temor. Para muchos pescaderos, la propuesta de la CE no solo amenaza sus ingresos, sino también la supervivencia de la pesca como parte fundamental de la economía y cultura local.

La CE argumenta que las restricciones son necesarias para garantizar la sostenibilidad de los recursos marinos a largo plazo, pero el sector pesquero balear advierte que las consecuencias sociales y económicas pueden ser devastadoras. Mientras tanto, los mercados de Palma reflejan un escenario de incertidumbre, con una demanda insatisfecha y una cadena productiva en pausa.

Con la llegada de las festividades, la falta de pescado fresco local no solo afecta a los mercados, sino también a la tradición culinaria de muchas familias en la región. 

Los consumidores enfrentan precios al alza, y esperan que, tras la huelga, se reactive la actividad pesquera sin más contratiempos.

Por ello, hemos querido salir al Mercat de s'Olivar de Palma para preguntar a los consumidores cómo afrontan esta falta de pescado fresco. 

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