El acuerdo de la UE sobre la pesca de 2025 en el Mediterráneo no acaba de satisfacer al sector pesquero balear
La Unión Europea ha logrado por unanimidad alcanzar un acuerdo sobre la pesca de 2025 en el Mediterráneo.
La propuesta inicial había provocado la huelga del sector pesquero español, ya que la Comisión Europea quería un recorte de 130 a 27 días de pesca de arrastre al año.
El tijeretazo se mantiene, pero han acordado una serie de medidas sostenibles que deben implementar los pescadores para poder sumar días de pesca.
Es decir, este nuevo acuerdo establece que el mínimo de días de pesca es de 27 al año, pero ese número puede ir en incremento a medida que los pescadores aplican esas modificaciones al material de pesca, que incluyen, por ejemplo: el cambio de las redes, vedas o puertas voladoras de un menor impacto ambiental.
Ahora bien, todos estos cambios comportarían una notable inversión económica.
Representantes de los pescaderos del mercado de Pere Garau de Palma han calificado de “no tan malo” el acuerdo, pero alertan de un posible encarecimiento de los productos.
Por su parte, la presidenta del mercado de Pere Garau, Paquita Bonnín, ha puesto en valor que las pescaderías son un reclamo del mercado y, si cerrasen, sería muy perjudicial para todo el mercado. Así lo ha asegurado el propietario de la pescadería “Ramon Peix”, Ramón Palomares, que ha destacado el carácter insular de Mallorca, que tiene una flota pesquera muy pequeña por lo que ha asegurado que una rebaja de los días de pesca les haría mucho daño.
Por su parte, la presidenta del mercado de Pere Garau, Paquita Bonnín, ha puesto en valor que las pescaderías son un reclamo del mercado y, si cerrasen, sería muy perjudicial para todo el mercado.
De este modo, con el acuerdo alcanzado los pescadores solo podrán mantener los días actuales de trabajo a cambio de unas medidas compensatorias como la imposición de vedas o el cierre de zonas para proteger especies como los alevines y la gamba roja y, especialmente, que el 100% de la flota cambie sus mallas.
Algo que efectivamente se antoja difícil y que exigirá una notable inversión.
En concreto, la flota costera tendrá que faenar con mallas cuadradas de 45 milímetros, mientras que en el caso de los barcos de profundidad el tamaño será de 50 milímetros.
Se tratan de redes más grandes que las actuales, y el cambio tiene como fin conservar en mayor medida las especies en riesgo y de menor tamaño.