En concreto, el consistorio denuncia que en Calonge se ha eliminado la parada situada en la plaza Sant Miquel, y solo queda la que está en la calle Castell, donde los autobuses necesitan maniobrar varias veces en una zona donde hay una curva y que se trata de un punto crítico de la circulación del pueblo.
De hecho, el autobús tiene que dar marcha atrás con poca o nula visibilidad hasta llegar a la parada, e incluso, invadir el carril contrario y pasar por encima de un paso de peatones mientras se desplaza también marcha atrás.
El alcalde pedáneo de Calonge, Toni Matas, ha explicado que "tras hablar con la empresa concesionaria, hemos acordado hacer una prueba provisional quitando varias plazas de coche para que el autobús pueda llegar por la calle Missatges, calle des Castell y girar hacia la parada ubicada en la calle Cala Llonga. Esta solución ha ido bien pero los vecinos han mostrado su descontento y no es viable".
En este sentido, Matas ha señalado que "los vecinos consideran que puede haber otra solución mejor como que el autobús al regresar de s'Alqueria Blanca y en lugar de irse hacia Portopetro gire hacia Calonge, Cala d'Or y luego vaya a Portopetro, es la mejor solución aunque sea una ruta un poco más larga".