Palabras, sin embargo, que se contradicen radicalmente con lo que él y su hasta ahora vicepresidente en el Gobierno, Pablo Iglesias, hacen por conseguir verdaderamente nuestra vacuna, la vacuna española.
Una vacuna que nos proporcionaría seguridad en el suministro e independencia ante la ineptitud demostrada de manera fehaciente por los burócratas de la Unión Europea.
Basta comparar algunos datos para darse cuenta que entre lo que se predica en las atriles y lo que realmente se cuece en los Presupuestos hay un abismo brutal, casi como entre tener o no tener una vacuna propia.
Así, mientras que la farmacéutica Moderna tiene trabajando a más de 100 científicos en su vacuna y Pfizer ha invertido más de mil millones de euros en poner la suya a disposición de los profesionales sanitarios, el Gobierno de España solo dedica un raquítico millón de euros de los Presupuestos Generales del Estado en la investigación científica, en la comprobación de sus bondades y en la activación de la vacuna española. Nuestra vacuna.
Un millón de euros de unos Presupuestos que cuentan con unos fondos de 550.000 millones de euros. Pero nuestras miserias no acaban aquí, ya que el equipo de científicos al cual el Gobierno ha encomendado la tarea de investigar y encontrar la vacuna española está conformado por tan solo 16 profesionales.
El problema es que si uno continúa rascando la sensación de indefensión y estupefacción sigue creciendo. Y es que los altos cargos han pasado de los 455 que dejó Mariano Rajoy a los 541 actuales. Colocar a cuatro vicepresidentes y tener en nómina a 22 ministros tiene sus costes.
Así pues, los nuevos altos cargos suponen un gasto adicional de 14 millones de euros que se suman a los 90 millones que ya se repartían en salarios los altos cargos del Ejecutivo español.
Y mientras, un millón para desarrollar nuestra vacuna.
Pero es que todavía hay más ejemplos que demuestran a las claras cuáles son las prioridades de nuestros políticos. Y es que además de los cerca de 5.000 euros que se embolsan de media por su trabajo, se benefician también de una partida económica paralela denominada 'Indemnizaciones por razón de servicio'. Traducido al castellano significa meriendas, comidas, cenas, dietas para viajar, taxis... Así, los padres de la patria del Congreso y del Senado engullen otros 19 millones de euros al año.
Y mientras, un millón para desarrollar nuestra vacuna.
¿Cuáles son las prioridades reales de nuestro Gobierno? ¿Qué es lo realmente urgente e importante para Pedro Sánchez y el hasta ahora vicepresidente Pablo Iglesias?