Personas que no tienen apoyo familiar, ni público. Con esta finalidad, Can Gazà creó el taller Marginàlia. "Tenemos los talleres de Marginàlia que son un paso más en el proceso existencial de Can Gazà. No son por capricho, sino que ayudamos a nuestros usuarios a adquirir unos hábitos de trabajo y sociabilización que no tenían antes", ha explicado su presidente, Jaume Mateu.
Las consecuencias económicas de la pandemia están empujando a Can Gazà a una situación límite. "En 2020, durante todo el confinamiento los donativos bajaron en más de un 50% y pese a ello, hemos seguido haciendo frente al alquiler y a todos los gastos y nos hemos resentido", ha advertido su presidente.
Con todo, el presidente de Can Gazà ha pedido a las administraciones que el dinero procedente de los Fondos Europeos se destine a quien realmente lo necesite. "Debemos ser muy solidarios y responsables, todos estos fondos deben llegar a las personas que realmente lo necesitan".