Así, el alcalde del municipio, Mateu Puigròs, ha señalado que "a raíz del estudio que solicitamos a la UIB a través de Miquel Grimalt tenemos claro que había que desalojar todos los terrenos adyacentes al torrente con el objetivo de reducir el posible impacto de una futura torrentada".
Dentro de esta política entra la demolición del antiguo taller textil de Cas Batle, en la calle Lepanto, así como "la adquisición de alrededor de 22.000 metros cuadrados, el 80 por ciento de los cuales corresponde a zona urbana. Estos solares están ubicados en el núcleo urbano de Sant Llorenç, Son Carrió y Sa Coma".
La idea es "convertir estos espacios en zonas verdes, algo que podría quedar listo para final de este mismo año", ha señalado Puigròs, quien por otra parte ha solicitado al Consell de Mallorca una mayor celeridad a la hora de ampliar la capacidad hidráulica de la variante de la carretera de Manacor. "Es un tema conflictivo. Esperamos que se agilice la tramitación, que sabemos que está pendiente de recibir el visto bueno de Recursos Hídricos. Esta es la obra más urgente en estos momentos", ha enfatizado el alcalde de Sant Llorenç.