Natalia Bueno subraya que “hechos como el que hemos conocido estos días por los medios de comunicación, en los que una persona ha sido condenada en Mallorca por una estafa inmobiliaria, serán mucho más difícil que sucedan cuando se regule el sector. Ahora mismo cualquiera puede dedicarse a la intermediación inmobiliaria, de hecho se piden más requisitos para vender lechugas que para ser agente inmobiliario. Lo hemos reclamado en numerosísimas ocasiones y ahora ya es el momento de actuar, la regulación es inaplazable”.
Bueno asegura que “con la regulación pueden pasar hechos como el juzgado estos días, pero será mucho más difícil que sucedan y de esta forma estaremos defendiendo mucho mejor los intereses de los consumidores”.
Esta regulación que el Colegio exige al Govern balear debe obligar a los agentes inmobiliarios a disponer de un establecimiento abierto al público o una dirección física en el caso de prestación de servicios por vía electrónica o telemática, acreditar la capacitación profesional de los agentes inmobiliarios o de los responsables de las agencias inmobiliarias que legalmente se establezca, contar con las garantías necesarias para responder por las cantidades recibidas a cuenta en el ejercicio de su actividad, contratar un seguro de responsabilidad civil con vigencia permanente y retroactividad suficiente que permita responder de la actividad mediadora y la creación de un distintivo y una placa de formato y características específicas para diferenciar y hacer reconocibles a los agentes y agencias inmobiliarias.