Por estos hechos, la Fiscalía solicitaba inicialmente penas que sumaban 57 años de cárcel para ocho miembros del grupo, y multas que alcanzan los 970.000 euros. Tras llegar a un pacto la pena se ha rebajado para siete de ellos. El otro integrante, que, supuestamente, tenía los contactos en el mundo del narcotráfico en Rotterdam y gestionaba la importación de cocaína desde Holanda del Sur, está huido.
La pena más alta corresponde a J.J.A. y es de seis años y seis meses de cárcel y una multa de 280.000 euros y la más baja, que pesa sobre D.F.L.S., es de tres años y seis meses de cárcel y 200 euros de multa. El resto de multas oscilan entre los 23.000 euros y los 8.000 euros. En total, suman 356.200 euros.
Tal como han aceptado, cada uno de los acusados cumplía su función dentro de la estructura organizada, que tenía "carácter estable" y presentaba "una distribución de funciones muy marcada". Así, C.C.M. y H.E.C. eran los cabecillas de la organización. Coordinaban, dirigían y controlaban al resto de miembros del grupo y gestionaban la compra de partidas de droga desde los Países Bajos y Sudamérica para distribuirlos en distintos puntos de la geografía española entre ellos Burgos, Asturias y Barcelona y clanes de narcotraficantes de Mallorca.
Desde Madrid, la droga se movía en un coche con caleta o doble fondo, y el intercambio frecuentemente se realizaba en un punto a medio camino entre el origen y el destino. El grupo también intentó conseguir una vía de suministro de drogas a través de Brasil.
En junio de 2016 se practicaron simultáneamente varios registros en viviendas de los acusados en Madrid y Burgos, en las que los agentes se incautaron de diversas cantidades de droga y dinero en metálico.
Además del investigado que se encuentra en búsqueda y captura, hay otro miembro de la banda que fue juzgado en Burgos.