Según ha informado el Ayuntamiento, este domingo los agentes del cuerpo municipal procedieron a la inspección de 30 locales de restauración de todo el municipio. El resultado de estas revisiones fue el levantamiento de siete actas.
Una de ellas se levantó en la zona de Jesús, dos en la de Sant Carles y el resto en la población de Santa Eulària. La mayoría de las infracciones, cinco en concreto, estuvieron motivadas porque los establecimientos excedían el aforo máximo de la sala o no presentaban de forma visible la capacidad del recinto. En uno de los casos, no se respetó la distancia entre comensales.
Las actuaciones policiales también incluyen cinco actas a un grupo de jóvenes interceptado en la zona de Cala Pada sobre las 01.30 horas.
El aviso de un particular alertó de la presencia de estas personas, que usaban las radios de sus coches para bailar en el exterior.
Al divisar la llegada del coche patrulla, los jóvenes trataron de huir a través del bosque abandonando los vehículos, pero una búsqueda rápida permitió descubrirlos. Todos ellos fueron propuestos para sanción por vulnerar el toque de queda y por desobediencia.
El Ayuntamiento ha recordado que el pasado 24 de diciembre fueron interpuestas ocho denuncias en todo el municipio también por vulneración del horario restringido para estar en vía pública.