Durante la rueda de prensa que se celebra tras el Consell de Govern, el conseller ha explicado que este nuevo sistema de autobuses dotará a la Isla de un nuevo modelo de transporte en red de calidad y equitativo entre los diferentes municipios de Mallorca.
Pons, quien ha indicado que las concesiones otorgadas "vienen de hace 25 años", ha destacado la necesidad de llevar a cabo una "reformulación, buscar autobuses menos contaminantes y nuevas herramientas ecológicas".
Así, el plan, que es el instrumento de planificación del servicio de autobús interurbano en Mallorca, gira en torno al eje principal de un nuevo modelo de gestión que modificará el actual sistema de concesiones de autobús interurbano, aprovechando que termina a finales de 2018.
El objetivo es que las 20 concesiones actuales se conviertan en tres, con prestaciones, condiciones y exigencias unificadas y una adjudicación de líneas en cada una que ofrezca un servicio coordinado, que garantice líneas y frecuencias que cubran correctamente toda la isla.
Actualmente, el sistema de concesiones tiene un déficit tarifario de alrededor de 2,5 millones de euros anuales que debe asumir el Govern, sobre un presupuesto de ingresos total de 22 millones de euros. Con el nuevo sistema, las empresas que opten a las concesiones tendrán que presentar ofertas atractivas que compensen los gastos con los ingresos por usuarios.
MALLORCA, DIVIDIDA EN TRES ZONAS
En concreto, Mallorca se dividirá en tres zonas, de forma que a cada una de ellas le corresponderá una concesión que incluirá líneas con gran afluencia y más productivas con otras de menor pasaje pero necesarias para asegurar una buena conectividad de todos los municipios.
Según la hoja de ruta, actualmente y hasta abril de 2017 se elaborará el plan y se definirán los pliegos del concurso para las nuevas concesiones. En septiembre/octubre de 2016 se iniciará un proceso participativo y en noviembre se producirá la aprobación inicial por parte del Consejo de Administración del Consorcio de Transportes de Mallorca (CTM).
Así, en enero de 2017 se prevé la aprobación del plan, en abril se espera que salgan a concurso público las nuevas concesiones, que en agosto se presenten las ofertas y que en octubre o noviembre se informe de la adjudicación de las concesiones. Posteriormente, se producirá la preparación de la puesta en marcha del servicio y en enero de 2019 entrará en funcionamiento.
INTRODUCCIÓN DE MEJORAS
Pons ha explicado que durante la transición hacia este nuevo modelo de transporte público se irán introduciendo mejoras en el servicio actual. Además, ha remarcado algunas carencias del actual sistema como la flota de 180 autobuses diésel, con una edad media importante y un estado de conservación mejorable, la disparidad de calidad y prestaciones, o un servicio que no tiene en cuenta el aeropuerto y resulta poco eficiente respecto de la perspectiva de servicio turístico.
El conseller también ha lamentado que el sistema no tenga una conexión planificada con otros sistemas de transporte y que sea poco competitivo con el coche privado. En este sentido, ha añadido que el objetivo a 15 años vista es que "un 25 por ciento de los ciudadanos que se mueva lo haga en transporte público", cuando actualmente lo hace únicamente un 12 por ciento.
De esta manera, también se busca reducir la diferencia entre el tiempo de trayecto en coche y en autobús, mejorar los horarios de los servicios y la conectividad entre líneas, así como garantizar la puntualidad de los servicios, la capacidad suficiente de los autobuses y las condiciones de seguridad en el interior de los autobuses.
Pons, quien ha hecho hincapié en que las principales directrices del plan son la equidad, la sostenibilidad y la calidad, ha apuntado también a la posibilidad de "moverse con una única tarjeta".