Según han informado las cinco entidades en un comunicado conjunto, han estado estudiando la evolución de las graveras de Serra de sa Mesquida/Montision (Porreres), Tofla (Alaró) y Can Sentes/Can Gallet (Felanitx) y esta jornada han hecho públicos los primeros resultados, revelando que pese a encontrarse las tres en espacios protegidos como ANEI, han pasado de devorar una superficie de 26,3 hectáreas en 1984 a 118,5 hectáreas en 2018. Solo en la última década (2008-2018) han consumido 20 hectáreas de territorio.
En concreto, sobre la gravera Serra de sa Mesquida/Montision, la más grande de Mallorca, ubicada en Porreres, han advertido que ha pasado de ocupar una superficie de 13,6 hectáreas en 1984 a 64,8 el 2018. Solo en los últimos 20 años habría doblado la superficie explotada.
Esta gravera fue expedientada por explotar de forma ilegal la zona protegida, han recordado las entidades. Sin embargo, han lamentado, en 2016 se presentó un 'Plan de Restauración' que permite explotar la cara norte de la sierra; así como autoriza a la extracción de 90.000 toneladas al año hasta 2080 y consumir 33,7 hectáreas más de montaña protegida.
Al respecto, han advertido que si sigue la extracción, habrá llegado a consumir cerca de 100 hectáreas de montaña, mucho más que todo el pueblo de Porreres, que tiene 64 hectáreas de extensión.
En cuanto a la gravera de Tofla/Can Negret, ubicada en la Sierra de Bellveure, en Alaró, la cual es explotada por Cemex, han criticado que ha pasado de ocupar 7,9 hectáreas en 1984 a 26,8 en 2018. Alaró tiene 48 hectáreas. Las cinco entidades han criticado que tras dos años inactiva, se esté tramitando un nuevo periodo de explotación para 82 años.
Respecto a la gravera de Can Sentes (Felanitx), la segunda activa más grande de Mallorca, han aseverado que entre los años 1989 y 2018 ha triplicado su extensión y ha llegado a las 27 hectáreas en 2018.
Esta extensión, han aseverado, se ha acelerado los últimos años coincidiendo con las obras públicas puestas en marcha. La cantera acumula decenas de denuncias de vecinos, del GOB y del ayuntamiento por irregularidades.
Por otro lado, sobre la gravera de de Establecimientos, en Palma, las entidades han denunciado que podría reabrir 15 años después de cerrar y obtener permiso para explotar 30 años más a través de un plan de restauración.
Ante los resultados extraídos de los estudios realizados por las entidades, estas han alertado de "nuevo boom" de graveras dentro de espacios protegidos en Mallorca, lamentando que bajo la premisa de la "Restauración" se están consiguiendo nuevas concesiones para seguir explotando las montañas durante décadas.
Asimismo, han reprochado la actitud "permisiva" de la Dirección General de Industria que han calificado de "preocupante", al asegurar que "se limita a tramitar lo que llega, sin ningún cuestionamiento del impacto de las graveras y sin tomar medidas ante incumplimientos reiterados".
"Pedimos al Govern medidas para frenar el crecimiento urbanístico y turístico exagerado en Mallorca, redirigir la construcción hacia la rehabilitación de los centros urbanos, primar la reutilización de los materiales ya extraídos (minería urbana) y preservar el suelo rústico", han concluido.