Los abogados ya preparan escritos de alegaciones para presentarlas como atenuante en los casos de acusados con miembros viriles con medida superior a 13,97 cm, talla máxima del español medio -los españolitos estamos entre los que la tienen mas pequeña. De 11,92 a 13,97 cm, según un estudio de la revista ACV- ya que alegaran falta de maldad y escasa actitud violenta según la teoría de nuestra erudita concejala.
Las declaraciones de Doña Sonia no han dejado indiferente a nadie y sus consecuencias han traspasado el ámbito de lo estrictamente violento, así, esta misma mañana, las inmobiliarias han hecho público que incluirán el descubrimiento de la poli-concejala como principal indicador para determinar la seguridad de nuestras ciudades y barrios, de tal forma que las zonas donde sus residentes sean nativos de aquellos países mejor dotados -Sudamérica, Ghana o el Congo- tienen el índice mas alto de ser potencialmente menos violentos. Son Gotleu, Pere Garau o Son oliva serian los barrios mas seguros mientras que Jaime III o Es Born estarían entre los más chungos.
Los países asiáticos que, junto a España, tendemos a ser más pichurrillas que pichurrones, estaban rebosantes de alegría ya que este nuevo descubrimiento de la Sra. Vivas relanzará la fabricación y venta de cremas, artilugios varios y extensores ideados para alargar el pene. Hasta el punto de que empresas como Aliespress y Whis aseguran que en los dos últimos días habían triplicado la venta de todos estos cacharros.
Estoy completamente seguro de que la edil -o edila, ahora no estoy seguro- no era consciente de la trascendencia de su revelación y que se quedaría en la categoría de tontería. Tontería, dicho sea de paso, de las que ya nos tiene acostumbrado y que rara vez nos escandalizan, a pesar de que esta vez se ha superado a si misma hasta el punto de que es muy posible que sea la mayor majadería que un político ha soltado por su linda boca en los últimos años.
Mi cuñada dice que, las personas proclives a soltar la sin hueso sin pensar, se les llama “bocachanclas”. No se si llamar “bocachanclas” a la representante del pueblo puede ser constitutivo de delito o falta, pero por si las moscas no lo haré, eso sí, hay que reconocer que sus palabras salen de su boca a la misma velocidad que conducía su moto cuando ejercía de autoridad. Ella larga y luego, si es necesario, piensa. Aunque no necesariamente lo segundo siempre ocurre, o, para aquellos que no saben leer entre líneas, no piensa lo que dice ni después de haberlo soltado.
En el ámbito estrictamente del uso del miembro muchos hombres y mujeres creen que un pene de tamaño más grande brinda una mayor y mejor excitación sexual, algo que no está en absoluto probado, todo lo contrario de lo que pasa en el carácter violento de los hombres que, según la sexóloga Vivas, el tamaño sí que importa.
¿El tamaño importa? Es más, es un tema de conversación muy común entre los hombres y que no hay un consenso sobre si se trata de un tema biológico o cultural pero el caso es que a la mayoría de los hombres les importa, y mucho, el tamaño de su pene, pero no por los motivos que siempre habíamos creído, no, si no para determinar el grado de agresividad de nuestros iguales.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad ahora tienen en su poder una herramienta poderosa y contundente para determinar con agilidad y rapidez quien o quienes son los que inician las trifulcas, algaradas o peleas. Se acabaron las tonterías y las excusas, ahora solo tendrán que sacar el metro, ordenar a los implicados que se bajen los pantalones y tomar medidas.
No obstante, reconociendo la trascendencia de sus palabras, quedan muchos puntos por aclarar. Por ejemplo: el tamaño al que se refiere ¿lo es en estado de flacidez o en su máximo esplendor? O ¿cuál ha sido el número de muestras tomadas para llegar a este resultado?
Que no nos extrañe que nuestra grandísima científica nos explique las características y diferencias personales que marcan a las mujeres en función del tamaño de su vagina.
En muchas ocasiones hablamos sobre el tamaño del pene como algo banal, obviando los procesos psicológicos por los que pasan algunas personas que cuentan con miembros cuyas dimensiones no se encuentran en la media, estando por debajo, ya que en muchas ocasiones puede suponer un trauma que no permita ducharte en el gimnasio, ponerte vaqueros ajustados, ir a playas nudistas y ahora, por si fuera poco, tachados de violentos.
