En el informe, Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, explica que “el gran factor diferenciador para el éxito de las empresas en el siglo XXI es el talento. Por ello, contar con un equipo diverso y con una cultura que fomente la inclusión es imprescindible para cualquier grupo que aspire a afrontar los retos de una realidad cambiante” Y añade: “Una empresa diversa e inclusiva atrae y retiene mejor el talento e innova más, haciéndose con ello más productiva y más abierta a la sociedad a la que sirve”.
La diversidad y la inclusión son consideradas una prioridad estratégica para el crecimiento sostenible de la compañía. De hecho, la compañía ha incluido los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la retribución variable: así, por ejemplo, su Bonos Estratégico 2020-2022 está basado en objetivo de tipo financiero y de negocio, pero también de contribución a los ODS.
En 2019, la plantilla de Iberdrola estaba integrada por más de 35.000 trabajadores de 64 nacionalidades, en la que conviven más de 4 generaciones. En el grupo, la presencia de mujeres en puestos directivos fue del 20%; un peso que la compañía quiere incrementar paulatinamente hasta alcanzar el 30% en 2025. En los últimos cinco años se han registrado avances significativos en este ámbito -pese a tratarse de un sector con presencia reducida de mujeres- incrementándose en un 31,3% el número de mujeres en puestos directivos. En el ámbito de su Consejo de Administración, a 2019, el 43% está integrado por mujeres, superando lo establecido en el Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas de la CNMV, y sus miembros eran de cinco nacionalidades.