Largas colas, enfados y muchos nervios. "He intentado por activa y por pasiva conseguir una cita previa y no ha habido manera. Es la tercera vez que vengo a reclamar presencialmente. Llevo tres meses sin cobrar la prestación. Se me acumulan los pagos y lo que hago es pagar intereses al banco. Desde mayo solo he cobrado un mes y medio. Es una vergüenza", lamenta uno de los usuarios que hacen cola ante de una de las oficinas de empleo público.
"Al igual que muchas otras personas, estuve cobrando durante unos meses el ERTE, pero ahora de golpe y porrazo me lo han cortado. Me encuentro sin trabajo y sin el ERTE, sin nada. Vengo a ver si alguien me puede dar una explicación. Pero lo que ocurre es que cada vez que venimos nos dan a rellenar un papelito y nos dicen que ya nos llamarán", lamenta otra usuaria.
Y no son solo los desempleados esta frustración. Los propios trabajadores del SEPE denuncian que sin más medios serán incapaces de gestionar el alud de solicitudes que llegarán después de que el Gobierno de Pedro Sánchez anunciara nuevas prestaciones para parados temporales. "Un servicio sin presupuesto no es más que una operación de márketing", lamentan los afectados.