Así se ha expresado Cladera en respuesta a una pregunta de los medios respecto a la situación en la Residencia, después de que la directora del centro dimitiera por motivos personales a finales de octubre, y tras un comunicado de familias de usuarios criticando la gestión del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).
Cladera ha recordado que los protocolos de Salud establecen que se deben limitar las visitas a los usuarios para evitar propagar el COVID-19 en las residencias, un lugar crítico por el carácter especialmente vulnerable de los mayores.
"Hay que eliminar todos los riesgos posibles", ha recalcado la presidenta del Consell, que no obstante ha dicho entender "perfectamente" el sufrimiento de las familias por no poder ver a sus seres queridos.
"Lo primero es la salud, es en lo que estamos trabajando todos, que el virus haga el menor daño posible. La mayoría de las familias de las residencias de Mallorca lo entienden", ha apostillado.
Respecto a la dimisión de la directora, Cladera ha afirmado que el cambio "no afectará a la gestión" y que lo ocurrido no ha supuesto "en ningún momento" dejar de lado la gestión. "El personal de la residencia está volcado", ha enfatizado la presidenta del Consell, que ha confirmado que ya están trabajando en asignar un nuevo director.
La directora de La Bonanova, Marisa Palma, seguirá al frente del centro residencial de La Bonanova hasta el próximo día 10 de noviembre, según informaron desde el IMAS el pasado viernes.
Posteriormente, familiares de residentes criticaban la gestión del Consell en la pandemia de la COVID-19. "Más que la dimisión de la actual directora", a quien agradecen su actitud y dedicación estos diez meses al frente del centro, "hubiera sido más satisfactorio la dimisión de la directora insular de 'Gent Gran', Sofía Alonso e, incluso, la del presidente del IMAS, Javier de Juan", señalaban.