Ello es debido a que los agricultores se han enfrentado a un año muy complicado debido a que a la tradicional presencia de la mosca del olivo, en época de floración sufrieron la acción de la polilla del olivo (Prays olellus) provocando una notable pérdida de flor, y los efectos sobre las aceitunas de la granizada acontecida durante la tormenta del pasado 29 de agosto, de nefastas consecuencias para muchos olivicultores que han perdido la producción de aceituna de mesa en su totalidad.
A pesar de estas previsiones de cosecha reducida, el abastecimiento de Oliva de Mallorca a establecimientos está garantizado.
Estas primeras semanas, los trabajos se centran en la recolección de los frutos para elaborar aceituna verde entera para, a continuación, hacerlo con la destinada a partir (trencada) pero la campaña no se cerrará hasta entrado 2021 con la cosecha de la aceituna negra.
Fruto de la necesidad de y frenar el abandono del olivar tradicional de Mallorca, la Denominació d'Origen Protegida Oliva de Mallorca ampara a más de 77.000 olivos antiguos -muchos de los cuales varias veces centenarios- de la variedad mallorquina, principalmente localizados a la Serra de Tramuntana.
Olivares de montaña de extrema belleza, la misma que obliga a multiplicar el esfuerzo de la cerca de noventa productores que trabajan de forma casi artesanal para ofrecer al consumidor aceituna de mesa de la variedad autóctona mallorquina con todas las garantías, tanto de calidad como de procedencia.