Ahora, tras esta noticia, los ciudadanos de todos los municipios de la isla esperan que esta rebaja repercuta también en sus bolsillos en forma de una reducción de la tasa de incineración de basuras que pagan anualmente a sus respectivos consistorios.
La consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Sandra Espeja, asegura que este descenso “beneficiará al bolsillo de los ciudadanos”. Pero la realidad es que son los ayuntamientos en un pleno municipal los que tienen que aprobar que esos mismos ciudadanos realmente paguen menos.
Se calcula que se generan medio millón de toneladas de basura al año en Mallorca, lo que supone un coste de 65 millones y medio de euros anuales. Con esta rebaja, el nuevo coste global para todos los municipios de Mallorca será de 63 millones y medio, 2 millones de euros menos que hasta ahora. ¿Lo notarán los ciudadanos?