En una rueda de prensa, la directora asistencial del Servei de Salut, Eugenia Carandell, ha explicado que en los últimos días los militares están recibiendo no tanto formación en materia de rastreo -labores que ya conocen- sino de los sistemas informáticos que se están empleando así como en el funcionamiento del Servei de Salut.
Según ha señalado, los militares se encargarán desde la propia Central Covid de la primera parte del rastreo, que consiste en entrevistar a los casos positivos para detectar los contactos estrechos de los días anteriores para seguir los contactos, realizar las pruebas PCR y fijar las recomendaciones correspondientes.
Carandell ha señalado que la decisión de solicitar los efectivos se tomó en el momento en que se vio que el importante aumento de contagios complicaba la situación y podía generar problemas en hospitales y UCI, aunque en todo caso, ha negado que hubiera reticencias a pedir la colaboración.
Según ha apuntado, en la actualidad Balears contará 390 personas dedicadas a esta tarea, es decir, un rastreador por cada 3.000 habitantes.
Sobre la realización de pruebas PCR, la directora asistencial del Servei de Salut, ha trasladado el compromiso de comunicar resultados en un máximo de 48 horas, aunque ha admitido que en algún caso puntual este margen puede sobrepasarse.
Por su parte, el comandante Lorenzo Corellano ha detallado que los efectivos que colaborarán en el rastreo proceden en su mayoría del Ejército de Tierra (80), que 11 provienen del Ejército del Aire y que la Armanda ha destinado un efectivo.
Según ha explicado, los militares llegan con la formación de rastreo aprendida ya que en las propias unidades y acuartelamientos ya se ha realizado esta labor para evitar propagación de contagios.