Según ha informado la Delegación del Gobierno en un comunicado de prensa, los investigadores intervinieron la droga en un velero de bandera holandesa que fue abordado a unas 80 millas al sur de Eivissa.
La embarcación había fondeado previamente en aguas de Mallorca y fue interceptada por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria cuando regresaba a España tras realizar una ruta sospechosa. Los dos tripulantes de la nave, que intentaron quemar el cargamento de hachís prendiendo fuego al barco al verse descubiertos, fueron detenidos.
"Es una costumbre habitual que en el momento de abordar, los tripulantes que transporten hachís traten de prender fuego a la embarcación o traten de hundirla", ha explicado el jefe del Área de Vigilancia Aduanera de Baleares, Carlos González.
Por su parte, el jefe de Operaciones de la Policía Nacional en Balears, José Luis Santafé, ha señalado que "las Islas son una especie de portaviones y de plataforma que puede servir de punto intermedio para ir a otros sitios en estos grandes alijos".
Tras haber obtenido la autorización judicial, la droga ha sido quemada este jueves por la mañana en la planta de Son Reus en Palma.
Según el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno en Balears, la sustancia que se ha destruido estaba distribuida en 134 fardos de hachís con un peso total aproximado de 3.800 kilos. Se trata de resina de cannabis con un porcentaje de riqueza que oscila entre el 23,5% y el 37,3%.
Las casi cuatro toneladas de hachís están valoradas en el mercado ilícito en más de 21 millones de euros si hubieran llegado al consumidor final.
La destrucción de la droga ha sido supervisada por el secretario general de la Delegación del Gobierno en Balears, Ramon Morey, y por el director del Área de Sanidad, Raúl Izquierdo.
También han acudido a la planta de Son Reus el jefe de Operaciones de la Policía Nacional en Balears, José Luis Santafé; el delegado de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en Balears, Arnau Cañellas; el jefe de Aduanas e Impuestos Especiales de las Islas, Miguel Morey, y el jefe de Área de Vigilancia Aduanera de Balears, Carlos González.