Según el escrito de la Fiscalía, el acusado es un joven, quien en el momento de los hechos era menor de edad y cumplía internamiento en régimen semiabierto en 'Es Pinaret', que depende del Govern, bajo la custodia de dicho centro, del cual se había fugado.
Atendiendo al escrito, el 15 de septiembre de 2017, el procesado habría, subido a la azotea anexa del inmueble anexo al edificio en la calle Capitán Vila, y de un saltó al tejado de la vivienda, habría accedido a su interior tomando, presuntamente, un televisor el cual instantes después habría vendido en la calle por 30 euros. Este televisor pudo ser recuperado, no así el mando.
Posteriormente, el 17 de octubre de 2017 el acusado habría vuelto a acceder al mismo edificio. Si bien, esta vez, la moradora estaba en el interior, despertándose sobresaltada, al percatase de la presencia del varón en la puerta de su habitación, quien presuntamente portaban un cuchillo de cocina y la habría amenazado para que le diera su tarjeta y el dinero.
En este contexto, según el escrito del Fiscal, el procesado se habría bajado pantalones y calzoncillos diciéndole a la víctima "chupámela y cuidadito con hacerme daño", viéndose ésta obligada a practicarle una felación. A continuación, le habría exigido a la mujer que se quitara el pijama y ropa interior que llevaba puestos, acostándose supuestamente encima de ella y penetrándola vaginalmente.
Con posterioridad a los hechos apuntados anteriormente, el acusado habría atado de pies y manos a la víctima, momento que supuestamente aprovechó para solicitarle el pin de la tarjeta, advirtiéndola de que en caso de no ser correcto volvería a matarla. Una vez inmovilizada la víctima, la habría arrastrado al vestidor, donde presuntamente le habría obligado a tomar cinco pastillas de diazepan, para arrastrarla al salón, donde, de nuevo, según el escrito del Fiscal, le habría vuelto a decir "chupámela" y penetrado vaginalmente hasta eyacular.
El procesado habría, entonces, obligado a la mujer a tomarse otras cinco pastillas de diazepan y, presuntamente, habría prendido fuego con un mechero a distintos puntos de la casa, la cual estaba cerrada con la moradora atada, amordazada e incosciente en su interior.
El acusado se habría marchado del lugar, según el escrito del fiscal, por la puerta de acceso a la vivienda y posteriormente habría sacado 600 euros de la tarjeta de la víctima.
La mujer, por su parte, se despertó en su domicilio por el olor a humo y la falta de oxígeno, consiguiendo desatarse los pies y rompiendo con la cabeza el cristal de una de las ventanas. Al final, pudo desatarse las manos y pedir auxilio. Si bien, como consecuencia de lo ocurrido sufrió diversas lesiones, estrés postraumático, además de ansiedad adaptativa.
Por todo ello, la Fiscalía ha solicitado para el acusado, quien se encuentra actualmente detenido por reincidencia, al ser condenado a nueve meses de prisión por robo con fuerza en vivienda habitada, un total de 72 años de prisión y 28 de alejamiento de la víctima.
Igualmente, ha solicitado que el procesado indemnice a la víctima con 93,63 euros por los desperfectos y el mando de la televisión no aparecido, 17.340 euros por lesiones psíquicas y 60.000 euros por daños morales.